lunes, 23 de diciembre de 2013

"LA MALDICIÓN DEL MAESTRE", relato sobre una bien conocida leyenda de los Templarios


    París, 13 de marzo, Año del Señor de 1314,

    La noche había caído sobre la catedral de Notre Damme y también lo había hecho sobre la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocida como la Orden del Temple.
Atrás quedaban casi 2 siglos de intensas Cruzadas en Tierra Santa, acompañadas de numerosas batallas y gestas heroicas. No pocas también eran las leyendas y misterios que habían generado un aura de secretismo y temor alrededor de esta hermética orden. Pero por encima de todo, los Templarios habían crecido increíblemente en poder y riqueza a lo largo de los años que siguieron a la conquista de Tierra Santa durante la Primera Cruzada.
Tan acaudalada y pudiente había llegado a ser la Orden, que el propio rey de Francia, Felipe IV, había llegado a temerla y odiarla. Sin duda alguna, las cuantiosas deudas económicas que tenía con ellos encendían aquellos sentimientos.

    Aquel fue el comienzo del fin de Los Templarios, pues el rey inició un complot con el propósito de disolver la Orden. Para ello presionó al Papa Clemente V con el objeto de acusar a los Templarios de herejía y de diversas atrocidades, consiguiendo que todos fueran apresados y torturados sin piedad hasta arrancar de ellos las confesiones deseadas.

    Y ahora había llegado el final, allí, a la vista de la imponente catedral y de incontables ojos que rodeaban la dantesca escena en la llamada "Isla de los Judíos". El Maestre Templario, Jacques de Molay, se encontraba atado a una estaca junto a su lugarteniente Geoffroy de Charnay. Ante ellos se encontraban los principales miembros del mezquino complot: el rey Felipe IV con su canciller Guillermo de Nogaret, ambos con aire de triunfo en sus semblantes, y más apartado de ellos, el Papa Clemente V, con una sombra de pesar en su rostro (pues nunca había creído en realidad las infames acusaciones y continuamente había absuelto a la Orden, hasta que su debilidad permitió al rey lograr su propósito).

    Felipe IV se adelantó con amplias zancadas y gritó sin volverse hacia el vociferante gentío:

    —He aquí los últimos integrantes de una maléfica secta que nos ha estado engañando durante tantos años. Se decían pobres siervos de Cristo, cuando en realidad han practicado las más aberrantes artes en nombre de malignos dioses y horribles demonios. Y con ayuda de quién sabe qué oscuros poderes infernales, han obtenido una riqueza que los ha ayudado en tan perverso propósito y los ha protegido de ser descubiertos. Pero sus depravados actos han llegado a su fin, hoy, aquí, a la vista de Dios y de toda la Cristiandad. Pues yo, Felipe IV, rey de Francia y proclamado como bien sabéis Campeón y Defensor de la Fe, he conseguido detenerlos a todos y arrancarles la confesión de...

    —Calla maldito mentiroso —gritó el anciano Maestre con las pocas fuerzas que le quedaban —tú mismo lo acabas de decir. Todas las confesiones que has obtenido de mis caballeros y de mí mismo no son más que el resultado de unas torturas tan horrendas que ni siquiera el mismo Diablo podría infligirlas en el Infierno. Sin duda merezco arder, pues he sido un débil al proclamar unas terribles calumnias contra mi bienamada Orden. Mi cuerpo y mi mente no pudieron soportar el terrible padecimiento en las mazmorras de París, pero ello no es excusa y ahora he de pagar por ello.
«Pero quiero decir una cosa aquí, a la vista de Dios y de toda la Cristiandad: la Orden del Temple no morirá como es vuestro propósito, nunca vuestras ensangrentadas manos tocarán su Tesoro pues yo os conmino a vosotros traidores, antes de que pase un año, a comparecer ante el Tribunal Divino para ser juzgados por Dios Nuestro Señor ¡Malditos seáis, yo os maldigo a vosotros y a vuestra estirpe durante 13 generaciones.»

    Aquellas fueron las últimas palabras del último Maestre del Temple. El fuego de la hoguera consumió a aquel valiente hombre que murió sin emitir un quejido, con los ojos cerrados, implorando en silencio el perdón de Dios, pero sobre todo, el de sus hermanos del Temple.

    Antes de que pasara un año, Felipe IV murió en extrañas circunstancias durante una cacería, al igual que lo hicieron Clemente V y Guillermo de Nogaret, ambos presuntamente envenenados.



24 comentarios:

  1. ¡Hola! Vaya con las corruptelas y "dardos" envenenados que debían de haber en aquella época. ¡Felices fiestas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya ves Roland, menuda fauna había entonces, claro que la que hay ahora tampoco se salva :D
      Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo!!

      Eliminar
  2. Interesante siempre es este tema, verdad ?
    terrible es la envidia y la ambición o matar por algo en nombre de -Dios !!
    FELIZ DIA DE NAVIDAD !! !!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda amigo Martín, a mí siempre me ha fascinado todo lo relacionado con los Templarios.
      Feliz Navidad!

      Eliminar
  3. Los que se atribuyen en nombre de Dios para cometer barbaridades, han estado desde tiempos antiquísimos, hoy proliferan y lo peor es el que en el engaño caemos como moscas millones y millones de seres humanos. Felices fiestas mi querido Hammer

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que razón tienes Alejandra, en nombre de cuantos dioses se habrán cometido inumerables atrocidades!!
      Feliz Navidad!!

      Eliminar
  4. ¡Hola, Hammer!

    Me encanta la fantasía épica y veo que tu blog tiene de ambas cosas y muy bien mostradas, así que, ya tienes nuevo seguidor.

    ¡Un saludo y nos leemos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Israel!
      Bienvenido a este mágico lugar jeje, muchas gracias por suscribirte, espero que tus visitas aquí te dejen un buen sabor de boca. Yo por supuesto seguiré visitando mucho tu fantástico blog!
      Saludos y feliz Año Nuevo!!

      Eliminar
  5. Qué buen relato, corto pero es como una vuelta al pasado y su historia: cuando a la monarquía les reusltó incómoda su presencia, más de una tropelía se cometío contra los maestros templarios,

    un saludo, Juan

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda alguna amigo, toda una mezquina conspiración fue orquesta contra ellos.. pero ni aun así pudieron destruirlos..
      Saludos

      Eliminar
  6. Me ha encantado. De verdad. Me voy a quedar por este blog porque la magia que se adivina es del tipo que me gusta. Un saludo.
    Me hice de tu blog, Hammer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Bienvenido Corazón de León y gracias por tu amable comentario! es maravilloso que se sienta tanta magia en este lugar porque es mi principal intención :)
      Un abrazo, nos leemos

      Eliminar
  7. Sin duda una gran orden, protectores de los peregrinos hacia tierra santa y a saber de cuantos mas tesoros y secretos. Bien palasmado el relato y el dialogo!!

    Abrazos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Sin duda alguna amigo! cuantos misterios y enigmas herméticos continúan envolviendo a esta Orden incluso en nuestros días... Me alegra que te haya gustado :)
      ¡Abrazos!

      Eliminar
  8. Uff Templarios. Cosa sería esta. Cuanto dsño puede hacer una cruz y una espada en función del bando en que se esgrima y claro está, los intereses que se tengan.
    Buen relato, ameno y rápido.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda alguna amigo, cuantas intrigas y ambiciones ha habido dentro de la Iglesia y de las Casas Reales. La caída de la Orden del Temple da fe de ello, aunque no lograron hacerla desaparecer y sus secretos aun son un misterio
      ¡Saludos!

      Eliminar
  9. Cuando los fuertes y poderosos ya no te necesitan, a la hoguera. Esto lleva pasando desde que el mundo es mundo. Los templarios. Un teme muy interesaante. Me ha gustado. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón amiga María, la corrupción es tan vieja como el mundo y los Templarios no escaparon tampoco a ella ¡me alegra que te haya gustado! :)
      Saludossss

      Eliminar
  10. Intteresante historia, la orden del Temple, siempre envuelta en leyendas y hazañas..Me encanta!! Saludos Tulkas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin duda Alfmega, no sé si llegará el día en que se revelen y se aclaren todos los misterios y leyendas que rodean a esta Orden de Caballeros, a mí siempre me fascinarán
      Besoss!

      Eliminar
  11. Genial relato que contribuye a mantener la leyenda de la Orden de los Templarios. Quizá todas esas especulaciones y misterios que rodean su memoria se deban a la fatal y violenta erradicación que tuvo lugar en un contexto histórico donde Los Templarios empezaron decaer en apoyos al perder la Tierra Santa, sobre todo, porque tengo entendido que el auge económico que se consiguió, a Felipe IV le originó grandes deudas, ese sería su principal temor. Existe, por lo demás, una enorme rumorología acerca de la ceremonia de iniciación para entrar en la orden. Pero todo ello, no hace sino más atractiva y misteriosa la información que se puede recabar, a los ojos de la imaginería popular. Luego está el papel que adquirieron la Inquisición y la Iglesia, durante la Edad Media, y toda la Epoca Oscura, pues se dedicaron a liquidar todo impulso de desarrollo creativo, el despertar de la ciencia y la evolución filosófica. No sería hasta el Renacimiento, cuando empezarían a fluir más libremente los principales manantiales del arte y el saber. Un post de excelente lectura y un tema apasionante.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Marisa! Bufff me he quedado alucinado con tu comentario ¡pero si es mejor que mi entrada! Debería sustituirla por el genial resumen que has hecho :) Me alegra que te haya gustado este pequeño relato, me apasionan las historias y el esoterismo que envuelven a los templarios, en ellos el mito y la fantasía se funden con la historia real, de forma que es muy difícil discernir donde acaba uno y empieza lo otro...
      Muchos besos y gracias por tu culto aporte :D

      Eliminar
  12. Otra de tus leyendas. Y esta vez de templarios... ¡BIEN!
    Una lástima que lucharan en nombre de la iglesia. Me hubiera gustado que todas sus hazañas estuviesen fomentadas bajo otros ideales.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola José!
      Todo lo relativo a los templarios me apasiona. Sin duda sirvieron a la iglesia pero también el contacto con otras culturas les hizo adquirir otros conocimientos y sabiduría (enriqueciendo así sus misterios y esoterismo), de hecho templarios y musulmanes se respetaban bastante a pesar de ser enemigos.
      ¡Abrazos!

      Eliminar

Deja tu comentario y que la gloria esté contigo siempre